martes, 27 de octubre de 2009

Tierra del fuego, o el tiempo está loco loco

Después de un finde semana bastante nocturno en Trelew; con algún que otro problemilla de salud por mi parte (tuve un ataque de lumbago...ya lo se, muy de abuelo pero es lo que hay) se acabó nuestra etapa en la Patagonia Atlántica. No quede ninguna duda de que Cristian dejó el pabellón bien alto en la noche Trelewensela noche que debido a mi espalda, no pude salir.

Nuestra siguiente parada es Ushuaia, la ciudad más austral del mundo.



Realmente es una ciudad curiosa. Está en una bahía rodeada por una cordillera muy imponente pero está bastante bien ubicada, ya que tiene un especie de pequeño micro-clima que hace que el tiempo sea un poquito más benigno (si se le puede llamar así). Está bañada por el canal Beagle, que es un paso natural por donde se conectan el Oceano Pacífico y el Atlántico. Está incluso más al sur del Estrecho de Magallanes, tocando al Cabo de Hornos, o sea, realmente esto es el fin del mundo (a escasos 1000 km de la Antártida). De todas formas, en Chile hay un pequeño pueblo llamado Puerto Williams que todavía está más al sur pero no es suficientemente grande para ser considerado ciudad. El hecho de que tengan fabricado todo el merchandising imaginable con ese reclamos también tendrá algo que ver.



El primer dia dimos una vuelta por la ciudad y después hicimos una de las cosas imprescindibles por aquí, que justamente es navegar por el canal. Tuvimos suerte y las condiciones climatológicas nos lo permitieron así que no dudamos en contratar un buena excursión y echarnos a la mar.
(Para los que caigan en este blog planificando un viaje que sepan que la compañía Tres Marías está muy bien ya que tienen un par de embarcaciones de no más de 10 personas lo que le da a la excursión un rollo más tranquilo que los catamaranes de 70 o 100 personas que corren por aquí. Y el Hostel Antartica también está muy bien: limpio, con agua caliente y tranquilo)



Como creo que se aprecia en la imagen (por la cara de Cristian) el frío era bastante cañero. En la ciudad, la media de temperatura es de unos 3 grados así que imaginaos lo que es navegar en un pequeño velero con el viento y tal...



Las vistas son sencillamente espectaculares. Es una area que geologicamente es muy rica y varida ya que con las glaciaciones sufridas ha ido canviando de aspecto y cada estado ha ido dejando restos en el paisaje: infinidad de islotes, montañas nevadas...de echo hay quien considera que aquí empieza la cordillera de los Andes. Lo curioso es que las montañas emergen desde el nivel del mar y todo esto le da al paisaje un aspecto imponente; la naturaleza se muestra en una inmensidad abrumadora.




La verdad es que aquí el clima es lo más cambiante que he visto en mi vida. Puede hacer un sol espléndido y en 5 minutos ponerse a nevar. De locos. No hay más remedio que llevar muchas capas de ropa y irlas distribuyendo segun la temperatura y el aire (que aquí es terriblemente frío), aunque mejor llevar muchas!

Es curioso que la frontera entre Chile y Argentina, es completamente recta ya que está hecha con una regla encima de una carta náutica. Más o menos como casi todas las fronteras de África. Nosotros hemos llegado a éste frontera en un par de sitios y nos hemos hecho la clásica foto con un pie en cada lado.

De esta zona también hay que contar otra "genialidad" del hombre blanco que creo que vale la pena destacar. En estas tierras habitaban los yamanás. Era la cultura indígena de aquí y habitaron estos parajos unos 8.000 años segun los antropólogos hasta que...lo adivináis? empezaron a tener contacto con el hombre blanco. El tema es que está gente vivió siempre sin ropa, desnudos, completamente desnudos. Cuesta creerlo con el frío que hace pero la cuestión es que aparte de hincharse a comer focas y ballenas (hay algo más alto en calorías?) se untaban con la grasa de éstas la piel y les quedaba una capa que les aislaba bastante de las duras condiciones climáticas. También (segun los antropólogos) se calcula que consumían unas 7000 calorías diarias. Cuando vino la primera expedición que intento colonizar estas latitudes tan australes (ingleses), lo primero que hicieron fue darles ropa para que se taparan (a parte de cazar sus principales fuentes de alimentación). El contacto de estas ropas húmedas con el cuerpo y unas buenas gripes y tuberculosis bastaron para acabar con todos en menos de 100 años. Lo destacable es que los primeros contactos fueron hacia finales del siglo XIX, con lo cual hay fotografías de estas tribus y de como vivian.

Al día siguiente nos hemos puesto nuestras mejores galas (de trekking) y nos hemos ido a andar hasta que el cuerpo ha dicho basta y el sol se iba...Hemos ido al parque nacional Tierra del Fuego que queda cerca de la ciudad y la verdad es que ha estado muy bien. Con las mismas características del paisaje que toda esta zona, tiene una infinidad de lagos y senderos que vale la pena patear.





Ha salido el sol un momento y hemos aprovechado para comer en una pequeña zona de hierba, pero antes de que Cristian se acabara el bocadillo que tiene en las manos ya volvía a caer aguanieve...y despues ha llovido un poco...y despues ha vuelto a salir el sol; todo en unos 20 minutos. Os juro que es de locos.

Segun hemos calculado, hoy hemos caminado alrededor de 20 km. Teniendo en cuenta que las rutas son por el bosque, con desniveles, embarradas (ahora aquí es el deshielo, lo que le significa más belleza todavía ya que hay infinidad de arroyos, etc.) es muchísimo.
Así que nos vamos a dormir con las piernas echas trizas y esperando que el día de mañana sea mejor que hoy y peor que pasado mañana. De momento así viene siendo todo el viaje así que no tiene porque cambiar ahora.
Aquí cuelgo más fotillos, espero que os gusten:





Salud y besos para todos.

PD: En relación a esta foto, cabe destacar que Buenos Aires no es ni de cerca el la parte más septentrional de Argentina...a las cataratas de Iguazú, por ejemplo, hay que recorrer todavía unos 1400 km más al norte así que imaginad la extensión de este país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario