lunes, 16 de noviembre de 2009

Pa mí que el avión se ha pasao de largo

Cuando iba a la ciudad de Puerto Iguazú desde el aeropuerto, iba pensando en la gran diversidad de zonas que tiene Argentina, ya que de pronto estaba en la selva y seguía siendo el mismo país. Sí, sí, en la misma selva. Hubiera podido ser perfectamente Nadi, Managua o cualquier sitio por el estilo, pero seguía siendo Argentina.
La verdad es que de estar con nieve hasta las rodillas en Bariloche, a tener la camiseta totalmente enganchada al cuerpo y no parar de sudar debido a la humedad, en unas horas, es un cambio bastante bestia.

Esta ciudad tiene una peculiaridad: en la confluencia de los ríos Paraná y Iguazú se da una triple frontera:



Desde donde está tomada la foto es Argentina, la orilla de enfrente es Brasil y la orilla de la izquierda es Paraguay. Viendo esto a mi se me ocurre pensar en la tremenda absurdidad que es todo el tema de las identidades nacionales y todo lo que conllevan.

Mi objetivo aquí era, evidentemente, visitar las cataratas de Iguazú y puedo decir que he quedado enormemente satisfecho. Es algo único que brinda la naturaleza en muy pocos lugares del mundo y creo que es de visita obligada.

Las cataratas están en la frontera entre Argentina y Brasil y se pueden visitar de los dos lados. El lado argentino es el más espectacular, sin duda, pero el lado brasileño es más panorámico y te ayuda a darte cuenta del inmenso tamaño que tienen. Además también brinda la posibilidad de verlas desde el aire. Así que si sólo se tiene tiempo de hacer uno de los dos, mejor ir al argentino. Yo, me había reservado los dos días y pude hacer la visita completa.

Estan formadas por más de 285 saltos de agua que llegan a los 80 metros de altura. La explicación geológica es un poco coñazo, y me la voy a ahorrar, pero sí diré que segun dicen, son bastante más espectaculares que las del Niagra (y esto se lo oí decir a un ianqui).

Ahí van un par de fotos más o menos panorámicas (son tan grandes que es muy dificil fotografiarlas)




Y ahora muestro algunos detalles tomados desde la parte Argentina







Parece una tontería, ya que no son más que agua caiendo, pero verlas y sobretodo oírlas (el ruido es brutalmente ensordecedor, sobretodos si te acercas) es algo que no se olvida fácilmente. En concreto, hay una pasarela que te permite acercarte mucho a uno de los saltos y que es muy impresionante. Mucho. Es aquí:




La verdad es que el parque tiene muchos rincones pero creo que este fue el que más me gustó, ya que realmente...las sientes. Estar ahí debajo, con el follón, y admirando algo que es totalmente inabastable (a todos los niveles) produce una sensación muy especial.

A parte, en los dos parques naturales hay cantidad de bichejos que también me lo pasé en grande viéndolos y fotografiándolos

Aquí no hay nada para comparar el tamaño pero este bicho era enoooooorme




Are you talking to me?




Y esto es un coatí...un bicho super mono pero que tiene muy mala hostia cuando hay comida por en medio. Y claro, en las zonas donde la gente hace el picnic se vuelven locos con los restos. Pero tienen una forma de moverse muy curiosa y a los niños les encantan (y a mí).





Y esta la hice en un pequeño zoo de aves que hay a las afueras del parque.




Entre el vapor de agua debido a las cataratas, y la humedad en al ambiente, acabas muy mojado. Por si no hay suficiente, en el lado argentino hay unas zodiacs que te dan un pequeño viaje en el que te acercan muchísimo a los saltos. Pero mucho. A mí me sorprendió lo cerca que llegas a estar, la verdad. Y claro, entre el brutal oleaje que hay ahí y lo que te aproximas a los saltos, acabas chorreando de verdad. Pero chorreando como si alguien te hubiera dado un manguerazo directo. Parece que es mi sino en este viaje acabar con el calzado empapado de agua y oyendo chef chef a cada paso que doy...

Para finalizar la experiencia hubo una guinda para el pastel. Existe la posibilidad de verlas desde aquí


Sí, sí. Te dan un breve paseo en helicóptero y las vistas ahí si que fueron realmente inigualables. Porque claro, ves la selva que llega hasta donde alcanza la vista y de pronto las ves, a lo lejos, y te vas acercando...acercando...hasta que flipas.



En el inicio del vuelo remontas un poco el río y las vistas de la selva te dejan anonadado pero después llega lo mejor




En esta foto se ve la famosa Garganta del Diablo, que es el salto más alto y espectacular (con forma de media luna) y que es muy dificil de fotografiar por el vapor de agua.

Sin duda, uno de los momentos estelares del viaje...

Besos y salud para todos

PD: El que me conozca y sepa lo que me "gusta" volar se imagina lo que me cagué durante el vuelo

2 comentarios:

  1. ¿¡¿Te has vuelto a subir a un helicóptero?!?
    Que valiente!!
    En estas cataratas la gente no se tira dentro de un tonel, como en las del Niágara? Me lo cuetas pronto!!!
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Sí, si tu...la verdad es que las pasé putas. Al menos fue breve, que ahora me esperan unas 15 horas de avión!
    Besos

    ResponderEliminar